
Vivimos días raros. De esos que recordaremos siempre. De los que relataremos en el futuro entre la alegría de muchas muestras de creatividad y solidaridad que se han dado y la nostalgia de todo lo que hemos perdido, y de las vidas que quedaron atrás. De saber que el pause que se ha dado a nuestras rutinas tendrá obviamente consecuencias en nuestro mañana.
Igual es hora de que nuestra juventud, que tiene la capacidad y la responsabilidad, valore todo lo que hasta ahora habíamos dado por sentado y empiece a pensar en qué puede aportar para mejorar, desde lo comunitario, lo colectivo y lo público, a una sociedad que no va a ser la misma tras salir de esto.
Vienen tiempos duros para todas, pero las y los jóvenes, da igual la edad que tengan, llevan la incertidumbre de tener que desarrollarse en un mundo que va a cambiar mucho más de lo que ya sufrimos algunas con la crisis de 2008.
Podemos bailar, entrenar, leer, jugar, estudiar, trabajar, estar en redes..pero igual es momento de escuchar. De parar de verdad un rato. De preguntar a nuestros mayores, de aprender de nuestros abuel@s mientras estén, de agradecer lo que tenemos alrededor.
En estos momentos excepcionales ya hemos visto a personas haciendo cosas excepcionales, y esta época también va a crear a jóvenes increíbles: innovadores, capaz de adaptarse a todo. Y va a aumentar lo digital como salida y solución a muchos de nuestros problemas.
Pero, siempre hay un pero. Y esto vale y mucho para lo político.
Cuando demos de nuevo play a la vida, quienes acumulan más años no tienen que vernos como el futuro. Necesitamos acompañamiento y abrazos, en tiempos de fakenews y odios varios por aire y redes, necesitamos comprensión y espacio, que nos escuchen. No que nos vuelvan a dejar al margen y rompan nuestros sueños. Sí que nos hagan cómplices, también de las dificultades, porque es cosa de todas y todos pelear.
Seamos mejores, en tiempos de necesidades, de menos posibilidades, de menor cantidad de recursos, debemos ser más originales que nunca.
Como juventud tendremos que luchar por tener libertad, estudios, trabajo, independencia…también por un planeta que nos va a dar quebraderos de cabeza, que nos va a poner al límite.
El reto que tenemos merece la pena: vivir dignamente. Y hacerlo también de una forma más sostenible para no dejar solo migajas a las próximas generaciones.
No sabemos el devenir, pero la única opción es mirar al frente, permitiéndonos dudar y parar a veces, para luego, unos/as con otros/as, con alianzas, construir un país, una Canarias, que no sea aquella miope, desigual, que deja a parte de su gente detrás, por el camino del hambre y la pobreza, sino una sociedad mejor, basada en el apoyo mutuo, en la reinvención, en los derechos y lo social como cuna y base, en los cuidados como eje vertebral de la vida. Ni más ni menos.
La vida. Tan frágil y esencial.
Laura Fuentes Vega
Directora General de Juventud del Gobierno de Canarias y Secretaria de Comunicación y Redes de Podemos Canarias.