Yéssica y los Derechos Humanos

Podemos Blog

El 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, nuestro manifiesto, nuestra denuncia, nuestra solidaridad, fue por y para Yéssica, una joven de 24 años que el 9 de diciembre fue asesinada por su pareja en Fuerteventura.

Y también por y para su hijo, un niño de 6 años, que no solo se ha quedado huérfano de madre, sino que su vida quedará para siempre marcada por la tremenda escena de la que fue testigo, al presenciar el brutal apuñalamiento que posteriormente acabaría con la vida de su madre.

Yéssica, vecina de Fuerteventura, es la tercera víctima mortal por violencia machista que hemos sufrido este año en Canarias.

Vayan por delante nuestras condolencias para toda su familia, amistades, y toda la sociedad majorera que en estos días se ha visto sacudida por esta triste y dramática noticia.

Desde el área de Igualdad de Podemos en Canarias prometemos no olvidar a nuestras víctimas, ni a Yéssica, ni a Isis de Tenerife, ni a Laura de La Palma, las otras dos jóvenes mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, en lo que va de año en nuestro archipiélago.

No olvidaremos que tanto Yéssica como su hijo, son víctimas de distintas formas de violencias machistas que deben de ser denunciadas, y que como víctimas tienen derecho a ser reparadas. Que el asesinato, sin duda, es la más deleznable, horrenda y cruel de de todas las violencias machistas, que no hay abuso de poder mayor, daño más terrible e irreversible, que el de acabar con la vida de alguien de forma violenta. Aún así, no nos cansaremos de decir que los asesinatos machistas no son más que la punta del iceberg, la parte más visible de un gravísimo problema social que crece y se alimenta en nuestro entorno como un virus altamente peligroso.

Cuando hablamos de las violencias machistas como lacra, nos referimos a una enfermedad social que nos está marcando de forma lacerante, y de cuya magnitud no parecemos ser del todo conscientes.

Una enfermedad que tiene nombre, se llama “machismo”, que está tan dentro de nuestra sociedad, se ha cronificado tanto, que se ha vuelto invisible a los ojos de una gran mayoría de la población, que permanece impasible, ciega, sin ser capaz de diagnosticar, de percibir sus signos ni valorar su gravedad.

Solo desde este contagio y su consiguiente ceguera, se puede entender el profundo desprecio e ignorancia de tantas personas, instituciones y hasta partidos políticos -como recientemente han dejado de manifiesto candidatos y candidatas de Ciudadanos- que no acaban de comprender las raíces, la extensión, ni las consecuencias de esta enfermedad crónica, que con tanta frecuencia se está convirtiendo en letal.

Nuestro sistema, nuestra sociedad, nuestra cultura, nuestra población, están inmersas en una infección aguda de machismo, su caldo de cultivo se llama patriarcado, y a fuerza de contagio, se han hecho inmunes al constante y cotidiano sufrimiento que provoca.

 

Solo desde esa perspectiva podemos entender la tibieza con la se se afronta un problema tan grave, que afecta a más del 50% de la población, de forma directa, pero que en realidad alcanza a toda la sociedad, porque la injusticia nos duele y nos hace daño a todas las personas, mujeres y hombres, que creemos en la igualdad, en la democracia, y luchamos por el respeto de los Derechos Humanos para toda la humanidad.

 

María del Río

 

Responsable de Igualdad del Consejo Autonómico de Canarias

Diputada por Podemos en el Parlamento de Canarias